Nos tomamos el último buen desayuno del viaje (dudo que los próximos alojamientos superen este desayuno o el de Bolonia) y mientras MA va cargando a la peque y las maletas en el coche, yo voy a pagar la cuenta. Vaya susto que me pega Ylena. La veo haciendo números y despues me dice: X menos lo que ya avanzasteis son 950€! Se me queda cara de tonta. La casa costaba 600€ menos la reserva, ahora tocaba pagar 400€ más los desayunos. ¿Me equivocaria al hacer la reserva?? ¿No miré bien lo que costaba una semana??. Le digo que se lo mire bien pero que creo que se equivoca, y me dice super convencida que no, que todo está bien... Siempre que hago una reserva, me imprimo los emails para que luego no hayan malentendidos y busco en mi bolso hasta que doy con el que me envió hace ya casi 6 meses. Efectivamente, allí está escrito que una semana son 600€ y se disculpa por su error. Bufff, ya estaba sudando!!
Liquidada la
cuenta, ahora si que... autopista hacia Florencia.
MA tenia
muchisimas ganas de ver el famoso Duomo y la estatua del David de Miquelangelo
pero le costó tanto entrar en el centro de la ciudad, que estuvo a punto de
cancelar esta etapa del viaje. Os cuento, desde que llegamos a 1 calle del
hotel, hasta que pudimos dejar las maletas en el hotel ... igual pasaron 90
minutos. El error estaba en que todas las calles que intentabamos coger para
acercarnos al hotel, ponia que estaba prohibido el transito a vehiculos
particulares. Y asi no hay quien se acerque al hotel. Al final, cuando MA dijo
que nos íbamos para Pisa, llamé al hotel, les expliqué nuestro problema y me
dijo como acercarme (saltandome señales de prohibido incluidas ... Por suerte
doy fe que no me ha llegado ninguna multa a casa). La ciudad se ha masificado
tanto de turistas que está prohibido incluso aparcar el coche en el centro. Lo
que tuvimos que hacer es dejar las maletas en el hotel y despues llevarlo a un
garage cercano desde el cual se lo llevaron fuera de la ciudad. De hecho, si
necesitas el coche, te indican que avises al menos con 30 minutos de
antelación.
Florencia no es
una ciudad que se pueda visitar en un fin de semana. De hecho es mi tercer
finde en la ciudad y siempre acabo descubriendo nuevas maravillas. Como es la
primera vez de MA, nos decantamos por lo básico para empezar: paseo por toda la
zona peatonal, entrada en el Duomo y admirar las tumbas de (imprescindible hacer cola y subir o bien al
Campanille o bien a la
Cupula. Las vistas son increibles !!).
Cruzamos los
pórticos de la Galleria
degli uffici y nos entretenemos observando las esculturas de la piazza della
Signoria. En esta plaza me puedo tirar horas: la fuente de Neptuno, el Palazzo
Vechio (entrad en el patio interior, es gratuito y vale la pena), la copia del
David, la loggia del Bigallo con todas sus esculturas. Eso si, cuidado con la
cartera porqué la vista a nosotros se nos irá por todas partes pero otros están
atentos a nuestros despiestes. De hecho allí vimos a un policia pegandole la
bronca a un delincuente reincidente y diciendole que esperaba tener una tarde
tranquila (sinónimo de que ese dia no se le ocurriera robar nada ....).
Nos vamos hacia
el Puente Vecchio. Me decepciona ver que varios puestos de joyeria estan cerrando. ¿Será la
crisis?. Cuesta hacerse una foto desde el puente. Mi recomendación es que a la
vuelta, os hagais una foto desde otro puente con el puente Vecchio de fondo. Queda
chulo, ¿no??
Cruzamos el rio
para buscar un restaurante que nos han recomendado. Para mi la comida en
Cortona fue algo estresante porqé tuve casi todo el rato a Astrid en bracitos.
Hoy le toca a su papa y mientras yo disfruto de mi pizza, el acaba estresado
del todo. Tanto que está por levantarse e irse sin postre, cuando el camarero
nos trajo la cuenta. Nos querian echar! Y por sus narices, decidió pedir 2
tiramisues. Menos mal que Astrid se calmó al verlos y se portó mucho mejor. En
su favor he de decir que no rompió nada ni chillaba. Simplemente no paraba
quieta tocando todo lo que habia en la mesa (suerte que no sabe caminar!!). No
le gustó la trona que nos dieron y prefirió saltar de bracitos en bracitos.
Tras cruzar de
nuevo el puente hacia el casco antiguo, decidimos pasear por el rio y
acercarnos, cruzando otra vez, a la piazza Michelangelo para observar las
vistas de la ciudad. Mucha gente sube en autobus pero de verdad, que el paseito
es muy tranquilo y sirve para bajar los excesos italianos.
Bonito ¿verdad?
Bajamos de
tranqui por la zona no turística - Encotnramos super, tienda juguetes madera.
El domingo
empezamos visitando el Bapisterio. A pesar de estar en la Piazza del Duomo, como
tiene unos horarios distintos al resto de edificios, vale la pena madrugar y
ser de los primeros en entrar para admirar con tranquilidad sus paredes.
Despues de
comer, tenemos ganas de seguir visitando y nos topamos con las Capelle Medicee.
Preciosas. No se pueden hacer fotos ni encontré ninguna postal pero son una
pasada. A los dos nos impresionan. La peque como no, no se entera de nada
porqué va durmiendo en su cochecito, a pesar de estar las calles llenas de
adoquines y haber tenido que subir el cochecito en brazos por las escaleras de
la capilla. Si volvemos, repito esta visita fijo.
Ya nos vamos
retirando para casa pero antes hacemos una pequeña parada enn el mercado de San
Lorenzo.Ademas de tocar el "porcino" (Jabalí), compro una camiseta
para Astrid y otra para mi hermano.
Para el próximo
viaje me reservo la
Biblioteca de Miguel Angel. Desconocia su existencia pero
despues de ver mínimo una vez a la semana un capitulo de los Little Einsteins
en donde sale, me ha entrado el gusanillo de verla.
Y para quien
tenga tiempo, recomiendo una visita sin prisas a la Galleria degli Ufficci.
Yo estuve unas 5 horas y me quedé con las ganas de haberme detenido más en alguno
de los cuadros.
Hasta la próxima
Florencia!
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