Este finde, aprovechando que la lluvia no nos dejaba ir muy lejos, nos
fuimos a explorar un parque-bosque nuevo para nosotros. Se trata de "La
Salut" de Sabadell, un lugar ideal donde ir con los niños para que se
desfoguen. También es una opción, junto con Can Deu, donde esconder nuestro "Tio" para
que lo busquen los niños.
(más información en estas dos entradas de mis blogs)
http://aprendiendoaserunasupermama.blogspot.com.es/2013/12/cagatio.html
http://escapadasentiemposdecrisis.blogspot.com.es/2013/12/el-bosque-de-can-deu.html
Si navegáis un poco por la página oficial (ver info al final de esta
entrada) veréis que La Salut de Sabadell es un santuario en uso, al cual podéis
acudir para escuchar misa, asistir a celebraciones y, como no, a pasear por la
zona que lo rodea.
A diferencia de Can Deu, este parque es muy "pequeño" pero os da
para pasar medio día si queréis (o más si entráis en la web oficial e
investigáis las rutas de senderismo y bicicleta que recomiendan). Los colegios
de la zona lo utilizan para que los niños entiendan que es el otoño y jueguen
con las hojas de distintos colores que inundan el suelo como si fuera una
alfombra mullidita, ideal para evitar rascadas.
Os cuento un poco nuestra experiencia.
Dejamos el coche en el parking de la entrada y empezamos a notar el ruido
ambiental. Justo enfrente, al otro lado de la carretera hay una perrera y hasta
que no nos alejamos un poco de allí, no paramos de oír los ladridos de los
perros. Me sabía mal por ellos, pobrecitos.
Muy cerquita, encontrareis lo que parece una tienda y unos baños públicos
que el día que yo fui estaban muy limpios. Se nota que cuidan el sitio.
En la "Salut" encontraremos varias zonas por las que caminar,
separadas por un camino de tierra que lleva a los coches hasta la misma puerta
del Santuario. Al llover, nosotros solo paseamos por la zona de árboles,
dejando para otro día las zonas más abiertas.
A la derecha del parking tenemos la primera zona de bosque, con el suelo
lleno de pinaza y hojas con las que jugar un rato.
Es lo bonito que tiene el otoño, que tiñe el suelo de mil tonalidades. Te
das cuenta que el marrón no es solo marrón. Puede llegar a ser amarillo o
incluso rojo.
Al estar lloviendo, teníamos que controlar donde pisábamos ya que habían
caracoles y setas por todas partes y de mil formas. El problema era que no
sabíamos si eran comestibles así que preferimos dejarlos donde estaban.
En la zona más cercana al Santuario de la Salud (de ahí el nombre de este
parque), encontramos bancos de piedra donde sentarnos para admirar el paisaje.
También es un buen lugar para aprovechar y sacar el picnic. Explorad la zona y
buscad la fuente.
El parque continúa tras pasar por un puente que pasa por encima de la
autovía. Cuidado allí con los niños por si se quieren asomar! En este lado me extrañó encontrar ruinas de
edificios. Desconozco que había aquí antiguamente. Creo que es una villa romana
pero tendré que investigar más... Dejar
correr aquí a los niños es una delicia. Disfrutan un montón recogiendo hojas
bajo los árboles.
Si queréis pasar una mañana o tarde diferente, os lo recomiendo
encarecidamente. No hay grandes vistas, ni miradores pero para dejar correr a
los niños y perros, o pasear un rato
bajo los árboles, me ha parecido genial. Repetiremos seguro.
Feliz día lluvioso
OTROS DATOS:
Como llegar:
Ctra.
de Caldes C-1413. Km. 24
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