jueves, 13 de marzo de 2014

PALAU REIAL DE PEDRALBES (Palacio Real)

Cuando los vecinos de la zona o los estudiantes universitarios decimos: vamos a Palau Reial, no estamos indicando que nos vamos a visitar este edificio sino más bien el parque que lo rodea. Este no es uno de los parques más conocidos de Barcelona y por eso para mí es  mi remanso de Paz. Muchos lo conocieron a raíz de la boda de la Infanta Cristina con su actual marido, (igual cuando leéis esto ya se han separado a raíz del caso Noos), Iñaqui Urdangarin, ya que fue el sitio escogido para celebrar su gran convite de bodas.

  
Si algo bueno trajo esa boda fue el adecentar un poco el palacio, el cual desde hace muchos años es sede de 2 museos: el Museo de Cerámica y el Museo de las Artes Decorativas. A fecha de hoy todavía se conserva en bastante buen estado su fachada. Concretamente a mí me gusta mucho este segundo museo ya que de vez en cuando hacen exposiciones temporales curiosas. Y a la vez que visitas estas exposiciones, se puede echar una mirada a la exposición permanente y sus grandes arcones (las maletas de antaño) o a la sala del trono, entre otras.

Nada más bajar del metro, en la parada que lleva su nombre, Palau Reial, nos encontramos con dos fuentes que forman dos pequeños estanques, uno a cada lado de la puerta principal. Es curioso como hace 30 años, tanto mi marido como yo jugábamos con nuestros barquitos aquí sin problemas. Estos años no sé si ha sido casualidad o que ya no se lleva, pero no hemos visto a ningún niño tele dirigiendo su yate de juguete. Lo que sí prohibieron hace un tiempo, fue el ir en bicicleta dentro del recinto. Pero creo que recordar que hace unas semanas había alguna por allí...


Antes de entrar en el parque, deteneros a ver las estatuas que rodean la fachada. Las he visto cientos de veces y todavía me siguen maravillando.

Una vez cruzada la puerta, nos espera la cascada. No es tan impresionante como la de la ciutadella (http://escapadasentiemposdecrisis.blogspot.com.es/2013/08/perdonad-que-ponga-el-titulo-en-catalan.html) pero a cambio se respira una belleza y una paz que te hacen adivinar como va a ser el resto del parque.


Y a partir de aquí, se nos abren hasta 4 caminos distintos para empezar a recorrer este jardín. Unos anchos, otros más estrechos que se pierden en lo que parece un bosque. A mí me suele gustar empezar por algún camino de la derecha y luego ir girando según me atraiga una flor, un árbol o una fuente escondida. Veréis como no os aburriréis. Cada visita es distinta y no hay ningún camino predeterminado. El problema a veces es que buscas una fuente concreta y tardas en encontrarla!.


Es un jardín que inspira relax, reflexión, tranquilidad. Aquí tanto podéis encontrar a niños jugando como a enamorados escondidos en rincones verdes, estudiantes concentrados en sus apuntes, gente con sus fiambreras o improvisando un picnic.... Igual por haber pasado por todo esto le tengo un cariño especial. Es el lugar que escogí para pasear cuando enterramos a mi abuelo, con el que tantos momentos de mi infancia pasé en este jardín. Pero si juzgáis las fotos, seguro que también os enamora a vosotros.

Si cuando acabáis la visita todavía tenéis ganas de pasear, os podéis acercar al Monasterio de Pedralbes, a 10 minutos del Palau.

Espero que lo disfrutéis tanto como yo. Feliz Paseo.


Para quien lo quiera visitar:
Dirección: Avinguda Diagonal, 686
Se puede llegar en Metro: Palau Reial (L3) o en distintos autobuses que recorren la diagonal como el 33 y 67 entre otros


Si bien la entrada al parque es gratuita, el museo sí que es de pago salvo el primer domingo de mes.

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