Hoy es nuestra última noche en la granja y hemos decidido tomarnos el dia con calma. De hecho no tenemos ni intención de coger el coche. Nos tomamos un buen desayuno preparado por Ylena y me estoy repensando si irme ya a la piscina o empezar con un paseito ligero por las cercanias para que Astrid vea los caballos cuando nos acordamos que no hemos mirado nuestro email desde hace dias. No es que nos importe demasiado pero el domingo tenemos hecha la reserva para visitar el David de Miquelangelo y se ha de llevar impreso el email o bien apuntado en un papel el nº de la reserva. De hecho, tampoco sabemos si nos la han aceptado ya que el sistema nos indicó que tendriamos respuesta en 24/48h ... (Lo solicitamos antes de iniciar el viaje).
Nos dedicamos a buscar a Ylena, en el momento que más trabajo tiene con los caballos pero al final nos da cosilla y desistimos. Entre los folletos que nos dejaron encima de la mesa el primer dia, habia uno de Monteriggioni, un pueblo que desde fuera y en las fotos se ve precioso. Pero lo que nos interesa a nosotros es que tienen un cybercafe. Nos montamos todos en el coche y ... para allá vamos.
El pueblo está a unos 15 minutos de la granja, justo a medio camino entre Collalto y Siena. Es mucho más bonito por fuera que por dentro. De hecho dentro de la muralla sólo hay un par de calles, algun bar (donde aprovechamos para merendar y darle su comida a Astrid) y un museo. Pero el cyber ... está "out of order" como indica un cartel. Nuestro gozo en un pozo. Decididmos llamar a mi cuñada y que se meta dentro de mi correo. El problema es que no nos sabemos el teléfono de memoria así que gastamos varios euros de nuestra tarjeta telefónica (aparte de despertar a alguna persona ...) hasta que MA recuerda las 9 cifras. Hombres !! Bueno, al fin y al cabo no nos ibamos a acabar el saldo de la tarjeta y para tirarla .. .pues más vale poner conferencias internacionales a cualquiera.... (Gracies Gemma pel codig !! Ens vas salvar!)
Me quedo con las ganas de subir a un torreón para ver las vistas. Pero la peque está cansada y mejor tiramos para casa a ver si se duerme en la cunita.
Hacemos limpieza en la nevera para acabar con las sobras de comida. En la granja hemos comprado vegetales y huevos y no nos los podemos llevar para Florencia. Ademas todavia nos queda algo de pasta y salsa. Nos hacemos una comida riquísima!. Nos dejamos para la cena el embutido y el pan, aparte de algo de fruta. Ya no tendremos más apartamentos en lo que queda de viaje así que es una tonteria guardar reservas.
Despues de una merecida siesta, igual la última de las holidays .... Astrid y yo vamos a despedirnos de la piscina, los caballos, las gallinas, las cabras y toda la fauna de los alrededores. Vemos la última puesta de sol desde nuestro trozo de jardincito. Y con esta paz y las maletas listas, ya solo quedar cenar y soñar con Florencia.
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