Hoy nos levantamos con ganas de visitar cosas y decidimos pasar el dia en Siena, a menos de 30 minutos de nuestro alojamiento.
A pesar de ser domingo, encontramos aparcamiento gratuito. En el foro
no se equivocaban: os recomiendo que aparquéis a las afueras de las
murallas. Ahorrareis un dinerillo y no está nada lejos del centro.
Nada
más cruzar la muralla, entramos en la auténtica Siena medieval. Todavia
no han llegado las masas de turistas y eso hace que podamos pasear con
tranquilidad por las calles de Romeo y Julieta. No, no me he colado. En
Verona encontramos el balcón y la estatua de Julieta pero hay
historiadores que ubican aquí la historia de estos enamorados.
Para
irme ambientando en Siena, unos meses antes leí una novelita: Juliet.
Aquí hablan del mito de Romeo (familia Marescoti y de la contrada del
‘‘Aquila’’) y de Julieta (familia Tolomei, de la contrada de la
lechuza). Y como toda novela de intriga donde han de haber personajes
malos, nos habla de los amos del mundo, la familia Salimbeni. No está
mal para ir abriendo boca a las vacaciones. Desconozco si algo de lo que
cuentan es real.
El paseo hasta la Piazza del Campo, en
donde se celebran las famosas carreras, es de unos 15-20 minutos pero
por el camino vamos dejando lugares como la piazza Salimbeni. El Palazzo
Salimbeni es la Sede historica del Banco Monte dei Paschi di Siena, el
banco mas antiguo del mundo. Aquí encontramos la primera de las muchas
estatuas de Romulo y Remo con la loba que decoran la ciudad, ...
No me extraña que la ciudad sea Patrimonio de la Humanidad desde 1995. Todo está muy bien conservado.
Una
vez llegados al centro, lo primero que recomiendo, ya se que hay ganas
de empezar a ver a fondo la Piazza y hacerse mil fotos, es acercarse a
la taquilla ubicada al lado del Duomo para sacar entradas para los
distintos monumentos (a menos que lo hayais hecho por internet). Hasta
hace poco existian 2 tipos de entradas conjuntas. Ahora solo hay la OPA
SI-Pass o la opcion de comprarlo todo por separado. Para los que
quieran reservar con antelación:
www.operaduomo.siena.it/orari.htm
Nosotros
no lo reservamos ya que íbamos haciendo el planning según nos
levantábamos. Al ser tan temprano, pudimos comprar sin colas las
entradas en la misma taquilla del Duomo pero si veis que hay mucha
gente, la podeis comprar en cualquiera de los monumentos que están
incluidos en el ticket. Nos costó 12€ y servia para 3 dias consecutivos.
Lógicamente, mirad primero si os compensa. Si solo quereis visitar el
Duomo, igual no os vale la pena. Otra ventaja que tiene es que nos ahorramos las
colas de entrada a los sitios. Esto con un bebe se agradece muchísimo!.
Ya son más de las 10 am y sigo sin ver a mucha gente por las
calles. No lo entiendo. Nos fotografiamos tranquilamente en la Piazza
dei Campo, incito a MA a subir a la torre del Mangia (no entra dentro
del ticket), pero me dice que pasa, demasiados escalones. Yo subí hace
unos años y os lo recomiendo: las vistas son guapísimas! Se percibe
perfectamente la forma de abanico de la plaza.
Me encanta la fuente
Gaia. Igual es por haber sido madre hace poco pero las estatuas de las
madres amamantando a los bebes, las encuentro super tiernas. Por
último, entramos en el palacio público en la zona gratuita. Y de nuevo,
encontramos una estatua de la loba con Rómulo y Remo.
Nos
da por mirar las entradas que hemos comprado y... oh sorpresa. Los
domingos el Duomo no se puede visitar hasta la tarde. Por eso no hay
turistas en masa siguiendo al guía. Vendrán todos a saco por la tarde.
Aprovechamos
para visitar otros monumentos que entran en el ticket como la Cripta
(muy chula), el Oratorio di San Bernardino y el Battistero di San
Giovanni. Todavía nos sobra tiempo para pasear por el barrio ganador de
la primera
carrera del palio. Las calles de esta contrada están llenas de
banderines azules, una foto gigante de calle a calle del jinete ganador y
una foto monísima del caballo, que yo creo que tiene el mismo honor que
el jinete a ser reconocido ganador.
Nos fijamos que cada contrada tiene sus escudos en las calles, cada una con el animal o símbolo que los caracteriza.
El
hambre apremia y después de darle de comer a Astrid, nos compramos un
trozo de pizza gigante. Qué asco! La peor pizza que he comido en mi vida
en Italia. No cometáis la misma
equivocación que nosotros. Está muy cerca de la Piazza del Campo, en una
calle que hace subida camino del Duomo. Bueno, al menos nos ha servido la experiencia para hacer estas fotos:
Mientras nos reponemos de la pizza, nos sentamos a la sombra en la Piazza del Duomo,
esperando que llegue la hora de entrar. Vemos a gente haciendo cola
bajo el sol pero no vale la pena. Con la venta de entradas anticipadas
reducen el número de personas que hay dentro en cada momento. Si no tienes entrada, ya puedes estar el primero en la cola que no vas a entrar hasta que lo indique tu ticket. MA aprovecha
para fotografiar en todos sus ángulos al Duomo. Pues que no le pase
nada cuando lo vea por dentro! Es muchísimo más bonito. Cuando acaba,
Astrid y yo pasamos a ser sus modelos. Ella se ha puesto las gafas de sol como diadema, imitando a mamá y está para comérsela.
El tiempo pasa rápido y por fin llegan las 13h. Se acerca alguien con calma a la puerta y la gente se revoluciona, todos corriendo para coger sitio en la cola. Nosotros pasamos ya que vamos a entrar todos igual. Esperamos hasta último momento sentaditos en la sombra, jeje. Y menos mal porqué el hombre de los tickets se lo toma con calma y todavía tarda 5 minutos en dar el “pistoletazo de salida”
Que
gustazo ver el Duomo sin aglomeraciones y haciéndonos las fotos que
queremos. Eso sí, sin flash por lo que alguna queda un poco
fantasmagórica…
Por
fuera el Duomo no está mal pero por dentro... es una pasada. Es justo
lo contrario al Duomo de Florencia, que por fuera es espectacular, no te
cansas de mirarlo. Y en cambio por dentro, si, está bien, pero ya está.
No sé qué es lo que más me gusta del Duomo de Siena: si esos contrastes
de mármol blanco y negro, las altas columnas, la decoración con las
banderas de las contradas ahora que es fecha de Palio,... Muy muy muy
recomendable. Y más ahora que no se ha de hacer cola a todo sol.
Una
vez acabada la visita, decidimos tirar para la casita, que el calor es
insoportable y la peque ya no puede más. Es hora de darse un bañito en
la piscina, dar las buenas noches a la fauna con la que dormimos
(caballos, cabras y gallinas) y... hasta mañana. El único problema ha
sido sacarla de la piscina. Mira que dentro de la casita tenemos una
pequeña de plástico. Era la primera vez que entraba en una piscina de
verdad y no ha tenido nada de miedo. Nos hemos sentado en el primer
escalón, que le llega el agua hasta el ombligo, y no ha parado de
chapotear en todo el rato. Esto si son vacaciones para ella: a disfrutar
toca!
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