Una de las ventajas de viajar con un bebe, es que no hace falta
llevarse el despertador. A las 7am, como un reloj, cada día se despierta para
reclamar su biberón. Pero como existe la ley de Murphy, hoy que tenemos que
iniciar el viaje no se despierta. Así aprovechamos para desayunar bien e ir
bajando las maletas al coche. En cuanto ella se despierta, cambio de pañal, bibe
y... con pijama y todo, para el coche.
Tocan 2 días de autopista hasta llegar
a Bolonia. Sí, ya lo se, se puede hacer en menos, pero la peque necesita
descansar si no queremos que se pase horas y horas llorando dentro del coche.
Hoy es miércoles y si no pasa nada, el viernes al mediodía o antes estaremos ya
allí. Así que... como dice la promoción de la Nestlé este verano: carretera, chupete y manta. Y
para que no falten los chupetes, nos llevaremos 4: uno atado al cochecito, otro
a la sillita del coche y dos para dormir, ¿regresaremos con los 4 o perderemos
alguno por el camino? Nuestro amigo el calamar pirata, que nos acompaña en
nuestras aventuras, también se quedará permanentemente atado al coche para que
Astrid pueda jugar con él sin tirarlo al suelo.
Nos ponemos en marcha. Tenemos suerte
porqué la peque se pasa casi todo el camino durmiendo y sólo se despierta
cuando tiene hambre, cada 3-4 horas. Esos momentos los aprovechamos para
descansar y estirar todos las piernas.
Para los que vayan con niños, un apunte
sobre las áreas de servicio de Francia: las que son grandes, que pone Auto-
grill, y parecen casitas... son increíbles. Tienen un espacio especial para
bebes, donde pueden entrar tanto los padres como las madres. No se si lo hacen
siempre o coincidimos con una campaña de verano pero si te pedías un menú y tenias
un niño, te daban una bolsa para el peque. Si era bebe como la nuestra, te
daban pañales, toallitas, una camiseta, un potito y un juguete. A los más
mayores, no se que les daban pero también tenían comida y juguete. El área para
cambiar los pañales genial y súper higiénica. Encima de los cambiadores tienen
un rollo gigante del papel y cuando acabas tienes que cortar el papel y
tirarlo, y dejar la paradita limpia para el siguiente. También tenían lavabos
para "enanitos" por lo que si una mami entraba con una pequeña tropa,
mientras le limpiaba el culete al bebe, el mayor podía sentarse solito en la
mini taza y lavarse solito las manos.
Así como a estas áreas de servicio les
doy un 10, no puedo decir lo mismo de las de Italia. Vaya guarrería, todo
asqueroso, mojado,... Si que tienen cambiador pero dentro del baño de señoras.
No me gustó nada. Los franceses me han malacostumbrado.
BOLONIA
Unos nos habían hablado muy bien de la
ciudad. Otros muy mal. A ver, con un día tenemos suficiente para verla pero no
está mal. Es curiosa, con sus torres inclinadas que parece se vayan a caer en
cualquier momento, sus calles porticadas, sus museos,...
Astrid da el visto bueno a los helados
italianos: parece que le gustan!. Compramos provisiones para cenar en COOP.
Compramos unos bocadillos de pollo y unas ensaladas ya preparadas y con sus
sobrecitos de aceite y vinagre. Aparte nos quedan unas galletas príncipe todo
chocolate (la galleta también) que tomaremos de postre después de los kiwis. Uhmmm
YA ESTAMOS EN LA TOSCANA
Después de un súper desayuno (ver
apartado de Alojamiento), nos ponemos en marcha hacia el Chianti. Mi
recomendación es que dejéis la autopista a la altura de Florencia y vayáis en dirección
Greve in Chianti. El paisaje es precioso pero las fotos no le hacen justicia.
Cualquier pueblo en donde paréis, os
gustará. A menos conocidos, más ambiente italiano encontrareis. Al final
nosotros paramos en Greve para comprar las provisiones de toda la semana. Veréis
que por la carretera anuncian los supermercados "COOP". Si no lo entendí
mal, es una cooperativa. Los precios bastante buenos. Y la calidad de la
comida, (frutas y verdura) también nos pareció correcta.
Continuamos nuestra ruta parando en
diversos pueblos a estirar las piernas, dar de comer a la peque o simplemente a
fotografiar el paisaje y al final, llegamos a Colle di Val d´Elsa. Aquí empezó
nuestro periplo. No encontrábamos nuestro agroturismo! (Ver Alojamientos). Después
de más de una hora de pasar por el mismo sitio, al final dimos con él pero el
aire se podía cortar con un cuchillo... Suerte que la peque estaba durmiendo y
en ningún momento se puso a llorar que sino ... la liamos!.
Tras lo que nos parecieron varios kms por una carretera sin
asfaltar (2-3 min cuando ya sabes donde vas), llegamos por fin a casa Verniano
y sencillamente, nos encantó. El problema es que no veíamos a nadie que nos
indicara cual era nuestro apartamento. Parecía que fuéramos los últimos en llegar ya que en el parking habian varios coches. Al final encontramos a Ylena, nuestra anfitriona y por fin pudimos tomarnos un buen descanso a la "Toscana": directa a la piscina y " non fare niente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario