Con la llegada del buen tiempo apetece salir a la montaña y respirar aire puro. A veces, la pereza de madrugar para desplazarnos hasta el lugar de inicio de la excursión o las largas horas de marcha que nos esperan bajo un sol matador, hacen desistir a los senderistas ocasionales. Pero no hace falta irnos muy lejos para realizar la excursión que propongo. Además, es fácil, cortita y apta para todos los públicos. ¿Quien se anima?
La Mola, con sus 1.104mtrs sobre el nivel del mar, es la montaña más alta del parque de Sant Llorenç de Munt, el cual está ubicado en el valles occidental, y a tan solo media horita de Barcelona. En su cima nos espera una joya del románico: el Monasterio de Sant Llorenç de Munt.
Para llegar hasta aquí, tenemos dos caminos: uno corto y uno largo. Lo normal seria pensar, ¡pues vamos a por el corto!. Pues no, grave error. Si no estas en forma el tramo final del camino corto, llamado Camí dels monjos, os dejará las piernas agotadas. No tanto por lo empinado del terreno sino porque parecen unas escaleras para gigantes. Mi recomendación seria o subir y bajar por el largo, o bien subir por el largo y bajar por el corto y así dais la vuelta entera. El problema es que una vez acabado el camino corto, o bien esperáis al autobús del parque o os esperan 8 km. bien buenos de subida por la carretera hasta el parking del Coll d´Estenalles, que es donde habremos dejado el coche al inicio de la excursión. Aquí no hay sombra que valga y todo es subida con todo el solano encima… A los 3 km hay un parking donde poder descansar a la sombra mientras los que todavía resisten van al Coll d´Estenalles a buscar el coche.
Subiendo a la mola nos encontraremos a gente de todas las edades, sobre todo los domingos. Es un paseo muy típico para los habitantes de Terrassa y rodalias. Si os decantáis por el camino largo, calculad unas 2h- 2:30h de caminata, según el ritmo y las paradas para hacer fotos. Tan solo son 6km.
Nada más empezar, la montaña empieza poniéndonos a prueba con una buena subidita a la sombra por el bosque, pero a la que nos empieza a faltar el aire, el camino ya se vuelve más recto y con unas grandes vistas del parque y del pelado Montcau. Tendremos que caminar un poco más para empezar a ver la Mola. En mi opinión sólo hay un tramo malo y es casi al final cuando empezamos a subir la Mola, por una zona en donde la pared da un poco de respeto, sin vegetación y algo inclinada para mi gusto. Pero vale la pena continuar porque ya estamos a pocos minutos de la cima desde la cual podremos obtener fantásticas panorámicas de toda la zona. Y al fondo, se ve pequeñita Montserrat.
Una vez en la cima, nos merecemos un descanso. Aparte de sed, segurísimo que hay hambre. Aquí tenemos dos opciones: o bien nos traemos los bocatas y la fiambrera de casa y nos sentamos entre la hierba y las flores, o bien, entramos al Monasterio donde han instalado un restaurante de comida casera la cual es subida por asnos hasta aquí ya que no hay carretera que llegue hasta la cima. La carta es reducida pero con los platos típicos que te apetecen cuando estas en medio de la naturaleza: ensaladas, embutidos, patatas al caliu, butifarra, pan tostado con tomate,... Como curiosidad indicar que la comida se sube con tracción animal, a base de asnos. Y si alguno se queja de la mala combinación que tiene para ir de casa al trabajo, pensad en como los camareros de este restaurante, para iniciar su jornada se han de armar con botas de montaña desde el parking y lo mismo a la salida!
La Mola, con sus 1.104mtrs sobre el nivel del mar, es la montaña más alta del parque de Sant Llorenç de Munt, el cual está ubicado en el valles occidental, y a tan solo media horita de Barcelona. En su cima nos espera una joya del románico: el Monasterio de Sant Llorenç de Munt.
Para llegar hasta aquí, tenemos dos caminos: uno corto y uno largo. Lo normal seria pensar, ¡pues vamos a por el corto!. Pues no, grave error. Si no estas en forma el tramo final del camino corto, llamado Camí dels monjos, os dejará las piernas agotadas. No tanto por lo empinado del terreno sino porque parecen unas escaleras para gigantes. Mi recomendación seria o subir y bajar por el largo, o bien subir por el largo y bajar por el corto y así dais la vuelta entera. El problema es que una vez acabado el camino corto, o bien esperáis al autobús del parque o os esperan 8 km. bien buenos de subida por la carretera hasta el parking del Coll d´Estenalles, que es donde habremos dejado el coche al inicio de la excursión. Aquí no hay sombra que valga y todo es subida con todo el solano encima… A los 3 km hay un parking donde poder descansar a la sombra mientras los que todavía resisten van al Coll d´Estenalles a buscar el coche.
Subiendo a la mola nos encontraremos a gente de todas las edades, sobre todo los domingos. Es un paseo muy típico para los habitantes de Terrassa y rodalias. Si os decantáis por el camino largo, calculad unas 2h- 2:30h de caminata, según el ritmo y las paradas para hacer fotos. Tan solo son 6km.
Nada más empezar, la montaña empieza poniéndonos a prueba con una buena subidita a la sombra por el bosque, pero a la que nos empieza a faltar el aire, el camino ya se vuelve más recto y con unas grandes vistas del parque y del pelado Montcau. Tendremos que caminar un poco más para empezar a ver la Mola. En mi opinión sólo hay un tramo malo y es casi al final cuando empezamos a subir la Mola, por una zona en donde la pared da un poco de respeto, sin vegetación y algo inclinada para mi gusto. Pero vale la pena continuar porque ya estamos a pocos minutos de la cima desde la cual podremos obtener fantásticas panorámicas de toda la zona. Y al fondo, se ve pequeñita Montserrat.
Una vez en la cima, nos merecemos un descanso. Aparte de sed, segurísimo que hay hambre. Aquí tenemos dos opciones: o bien nos traemos los bocatas y la fiambrera de casa y nos sentamos entre la hierba y las flores, o bien, entramos al Monasterio donde han instalado un restaurante de comida casera la cual es subida por asnos hasta aquí ya que no hay carretera que llegue hasta la cima. La carta es reducida pero con los platos típicos que te apetecen cuando estas en medio de la naturaleza: ensaladas, embutidos, patatas al caliu, butifarra, pan tostado con tomate,... Como curiosidad indicar que la comida se sube con tracción animal, a base de asnos. Y si alguno se queja de la mala combinación que tiene para ir de casa al trabajo, pensad en como los camareros de este restaurante, para iniciar su jornada se han de armar con botas de montaña desde el parking y lo mismo a la salida!
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