La ruta de hoy nos lleva de nuevo a un monasterio, el Monasterio benedictino de Sant Pere de Casserres ubicado en la península formada tras la creación del pantano de Sau.
Para llegar aquí caminando tenemos 3 rutas: una larga que parte de Tavèrnoles, una corta de unos 10 minutos y una de duración media (3h, ida y vuelva, según las paradas que realicemos para tomar fotos, contemplar el paisaje y comer) que es la que escogimos nosotros.
Dejamos el coche a pocos metros del Parador de Vic desde el cual se observan unas vistas increíbles del pantano y en un día soleado como hoy dan ganas de bajar corriendo a bañarse en él. Desde el parking estudiamos el gran mapa de senderos para ver que itinerarios existen, aparte de subir al monasterio, para coger ideas para el próximo día.
Justo enfrente del parking empieza el camino que nos interesa, con desniveles muy suaves y sigue así durante un buen trecho. Vamos por una pista forestal pero por la cantidad de hormigueros que vemos, creo que no ha pasado ningún coche desde hace muuuucho tiempo. Algunos tienen una considerable altura y hasta varias entradas.
El camino va descendiendo lo que me empieza a preocupar ya que el monasterio está en la cima de la península y a más tardemos en empezar a subir, más duro será el camino. Y así es efectivamente cuando dejamos la pista para empezar la ascensión. Empieza de forma abrupta, pero tras máximo unos 10 minutos el camino vuelve a ser bastante plano y fácil. Se agradece ir casi todo el tiempo por dentro del bosque ya que eso nos protege del sol y el calor.
Justo enfrente del parking empieza el camino que nos interesa, con desniveles muy suaves y sigue así durante un buen trecho. Vamos por una pista forestal pero por la cantidad de hormigueros que vemos, creo que no ha pasado ningún coche desde hace muuuucho tiempo. Algunos tienen una considerable altura y hasta varias entradas.
El camino va descendiendo lo que me empieza a preocupar ya que el monasterio está en la cima de la península y a más tardemos en empezar a subir, más duro será el camino. Y así es efectivamente cuando dejamos la pista para empezar la ascensión. Empieza de forma abrupta, pero tras máximo unos 10 minutos el camino vuelve a ser bastante plano y fácil. Se agradece ir casi todo el tiempo por dentro del bosque ya que eso nos protege del sol y el calor.
Una vez finalizada la subida, vemos un cartel de madera que señala el sendero hacia el monasterio, y justo detrás otro camino hacia el Parador de Vic. Decidimos cogerlo a la vuelta para variar el paisaje. Pero ahora, seguimos hacia el monasterio.
Seguimos dentro del bosque y recomiendo llevar la boca cerrada ya que el camino es estrecho y es bastante difícil no comerse algún insecto mientras nos maravillamos de las mariposas y algún otro bicho que ignoro su nombre, que nos van abriendo paso.
El camino finaliza en un área de picnic muy bien cuidada y con buenas vistas. Al lado está la carretera que sube desde el Parador de Vic y un parking lleno de coches. Desde aquí se iniciaría el camino corto.
Nuestro camino acaba de golpe. Estamos en la entrada del Restaurant del Monestir de St. Pere de Casserres. Los precios no están mal para estar ubicado en medio de la naturaleza pero no me gusta la arquitectura exterior: desentona mucho con el paisaje. Se nota que es muy nuevo, le faltaría algún rebozado exterior para ser más atractivo. Aparte, la primera impresión que nos hemos llevado es que esta construcción nos veta el camino hacia el monasterio salvo que paguemos previamente. Pero no es así. Para continuar el camino, hemos de atravesar el restaurante literalmente por el medio, es decir, pasando por en medio del comedor. Allí mismo hay unos aseos muy cuidados que no van nada mal a los excursionistas.
Ahora el camino es totalmente diferente ya que ha sido diseñado para su disfrute, tal y como me explicó el maitre del restaurante mientras le preguntaba como llegar al Monasterio: barandillas de madera, miradores, escaleras de piedra, paso estrecho entre dos grandes piedras... Todo esto nos lleva en menos de 10 minutos a la puerta del Monasterio.
Paralelo a este camino, discurre uno mucho más suave y sin piedras. Está diseñado para las personas con problemas de movilidad para que también puedan disfrutar de esta joya del románico.
Desde el parking donde hemos dejado el coche hasta el restaurante, no nos hemos cruzado con nadie y en cambio desde que hemos llegado aquí, nos hemos encontrado familias, un autocar de personas de la 3º Edad y un grupo de excursionistas con sus palos y botas de montaña como nosotros.
El camino finaliza en la puerta de entrada al Monasterio y previo pago de 3€, se puede entrar a visitar su claustro y museo, además de tener las vistas más privilegiadas sobre el pantano de Sau.
Para más información del monasterio: http://www.santperedecasserres.com/
Nos comemos nuestras fiambreras justo a la salida del monasterio, a la sombra de un gran árbol disfrutando de la paz y tranquilidad del lugar.
Toca recoger e iniciar el camino de regreso. La primera parte ya nos la conocemos hasta el letrero en donde nos desviamos hacia el Parador. Este nuevo camino desciende por el borde del pantano por lo que podemos vislumbrar tras los árboles. Parece más fácil que por el que hemos subido ya que no tiene tantos cambios bruscos de desnivel. Pero también se nota que poca gente se desvía por aquí. Varias veces hizo falta separar ramas de arbustos con pinchos para seguir el camino.
Mi recomendación seria hacer lo mismo que nosotros: subir por un camino y bajar por el otro.
El sendero finaliza con unos cuantos metros de asfalto a pocos metros del Parador y desde allí, 3 minutos andando hasta el parking donde dejamos el coche.
Al ser una excursión cortita, se puede combinar con la visita de varios pueblos de la zona como por ejemplo Espinelves, Vilanova de Sau o acercarnos hasta Vic para comprar embutidos.
Toca recoger e iniciar el camino de regreso. La primera parte ya nos la conocemos hasta el letrero en donde nos desviamos hacia el Parador. Este nuevo camino desciende por el borde del pantano por lo que podemos vislumbrar tras los árboles. Parece más fácil que por el que hemos subido ya que no tiene tantos cambios bruscos de desnivel. Pero también se nota que poca gente se desvía por aquí. Varias veces hizo falta separar ramas de arbustos con pinchos para seguir el camino.
Mi recomendación seria hacer lo mismo que nosotros: subir por un camino y bajar por el otro.
El sendero finaliza con unos cuantos metros de asfalto a pocos metros del Parador y desde allí, 3 minutos andando hasta el parking donde dejamos el coche.
Al ser una excursión cortita, se puede combinar con la visita de varios pueblos de la zona como por ejemplo Espinelves, Vilanova de Sau o acercarnos hasta Vic para comprar embutidos.
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