Fussen es de estos destinos que la gente ubica en un mapa por sus
cercanías al Castillo de Neuschwastein y de la cual desconoce todo lo demás.
Pero si buscáis un destino para relajaros, o un buen campo base para conocer la
zona, no os defraudará.
Mejor época para ir:
Para mi cualquiera pero igual tiene su encanto mágico para diciembre,
cuando el pueblo se está preparando para la Navidad y los mercadillos típicos
de esta época se llenan de cosas dulces y Gluhwein (vino caliente). Y si el
tiempo acompaña y la nieve lo ha cubierto todo, dará la impresión de estar en
un cuento de los hermanos Grimm.
El verano también es un buen momento para ir. No hace el calor que
podríamos encontrarnos en España y a cambio nos podemos bañar en los pequeños
lagos que bordean el pueblo. También podemos realizar trekkings por las
montañas vecinas.
En primavera y en otoño, según el año, podemos encontrar un clima
parecido a nuestro invierno, por lo que igual no apetece tanto realizar excursiones
de montaña pero en cambio puede ser un buen momento para visitar los castillos
de Baviera sin aglomeraciones. Por el contrario la naturaleza puede estar en
pleno apogeo de colores y ver los bosques verdes, marrones, amarillos y rojos
al mismo tiempo, no tiene precio.
Que ver:
Fussen puede dar para un solo día o bien nos podemos pasar una semana y
no nos acabaríamos la zona. Aquí os dejo mis sugerencias:
Un paseo por Fussen
Día de castillos
Linderhof y alrededores
De turistas por la zona
Qué hacer con niños
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