Y LLEGÓ LA FIESTA: A COMER Y
DIVERTIRSE
Aquí es donde se va la gran parte del dinero en las
bodas. Los menús de boda, por lo general son caros. Lo que podéis hacer es
pedir un desglose del menú que os guste. Igual os sorprenderá ver que sólo la
mitad del precio pertenece a lo que es comida, y el resto se va en decoración
de la sala y las mesas, las flores, los lacitos de las sillas, el espectáculo a
la hora de servir los platos, regalo del sable con el que cortaremos el pastel
o los muñequitos tan feos que han escogido otros por nosotros. Algunos, ya
incluyen también unas horas de disc-jockey y discoteca.
Si tenéis claro que queréis bailar, suele salir
mejor coger la opción con discoteca incluida y así una vez finalizadas las 2-3
horas programadas, podemos dar por concluida la boda o trasladarnos a otro
sitio a seguir la fiesta.
Muchos restaurantes incluyen también la prueba de menú
para 4-6 personas. Es decir, unas semanas antes de la boda, os vais a dar la
gran comilona con vuestros padres para acabar de decidir que pastel os gusta
más, si mejor este pescado o esta carne (o los dos),… Cuando pedí el desglose
aluciné de que este apartado se llevara 90€. Claro que también nos lo podemos
tomar diciendo que como el día de la boda no me va a dar tiempo de comer porqué
estarán haciéndome 100.000 fotos, pues al menos pruebo la comida.
En mi opinión, el día de la boda reparten muchísima
comida. Un día cualquiera no seriamos capaces de comer entrantes hasta
reventar, para luego empalmar con un 1º plato, eso si ligero a base de marisco
o una sopita o ensalada, para luego continuar con un plato de carne, un sorbete
de limón para cambiar el paladar y posteriormente un plato de pescado. Y a
pesar de que ya no nos cierra el vestido (y eso que nos hemos dejado parte de
la comida) ahora nos sirven un postre riquísimo y con el café un buen trozo de
tarta. Algunos incluso traen a la mesa unas bandejitas con bombones y
galletitas por si nos hemos quedado con hambre. En todo esto, también se puede
recortar bastante. Pensad en si vuestros invitados pueden ingerir tanta comida,
sobre todo si es una cena. Pensad en como os sentís después de la comida de
navidad o Año Nuevo. Una buena opción podría ser unos buenos entrantes, con un
segundo plato (a escoger entre carne y pescado) y la tarta nupcial de postre
con los cafés. En este apartado se puede negociar bastante.
Un dato curioso cuando pides los menús a los
restaurantes es que si sois menos de 100 personas, te ponen pegas. Y sino, te envían
los precios con un asterisco bien bonito donde indica que para menos de 100
personas preguntar antes el precio (es decir, que va a ser más caro que lo que
nos han enviado).
La música durante la comida es un tema aparte.
Habrán restaurantes en que nos pondrán el hilo musical o nos lo dejaran traer a
nosotros (en forma de CD). Pero lo normal es que haya un disc-jockey durante
toda la velada, y que su tarifa esté fuera del precio del menú. Cuidado con
este tema. Hay muchos disc-jockeys que no te dejan escoger la música que van a
poner. Y no hay nada más aburrido que escuchar canciones que odias durante la
comida de tu boda.
Si escogéis vosotros la música, cuidado con poner
algo del país (español, catalán, gallego,….). O pagáis el canon al SGAE por
escuchar la balada de vuestra infancia (aquí en Cataluña lo típico es escuchar
“Boig per tu” de Sau) o sino… a escuchar música extranjera.
Por último las flores. Las mesas quedan preciosas
con flores, a más grandes más bonito. Pero cuando empiezan a traer platos… como
sean muy aparatosos, acaban en el suelo. Y eso si que es una pena. Un par de
rosas blancas decoran igual de bien y sin molestar durante toda la velada. Eso
si llegan hasta el final porqué seguro que muchas acabaran en manos de las
invitadas.
Me olvidaba. Por los muñequitos horribles nos
pueden llegar a pedir 50€. Hay la opción de comprarlos nosotros (en
pastelerias, tiendas de juguetes,…) y así no llevarnos el disgusto cuando
veamos lo feos que son. Además ahorramos porqué el precio normal de las figuritas
suele estar alrededor de los 20€.
No hay comentarios:
Publicar un comentario