sábado, 15 de agosto de 2015

AUGSBURG

Aquí os dejo mis apuntes sobre Augsburg, extraídos de foros y artículos de internet. Todo lo que sigue a continuación lo han escrito otros y yo me he dedicado a ponerlo en el orden que más me ha convenido para hacerme una mini guía de la ciudad. No incluyo fotos ya que no tuvimos tiempo de visitarla. Tendremos que dejarlo para otra ocasión.

Está a 1h de Fussen. Ciudad cuna del poderoso clan financiero de los Fugger. Es como pasear por un museo al aire libre.

Annastrasse, la arteria comercial y peatonal más animada que une Rathausplatz de Konigsplatz.

la gran sinagoga
Construida en los años de la I Guerra Mundial es de las más grandes que se conservan en territorio alemán. En su interior alberga el Museo de Cultura Judía que abre todos los días salvo en sabat.http://www.elrincondesele.com/cronicas-de-un-viaje-a-indonesia-introduccion-y-guia-practica

Palacio de Jakob Fugger (Fugger Stadtpalast), ver el célebre Patio de las Damas

Maximilianstrasse es “La Gran Avenida” de Augsburgo. Los edificios palaciegos y las casas señoriales pintadas de colores suaves se enfrentan las unas a las otras en un espacio ocupado por una carretera empedrada y los cables de los tranvías. Dos imponentes monumentos tapan en el norte y en el sur a esta gran avenida: El Edificio del Ayuntamiento y la Basílica de Sant Ulrich.

La Basílica de San Ulrich y Santa Afra (este es su nombre completo) ha visto llegar a miles de peregrinos que acudían a la tumba del patrón de Augsburgo, San Ulrich (mucho antes a ver a Santa Afra, también enterrada allí), el primer santo que fue canonizado oficialmente por el Vaticano (año 993). Como solía suceder en esos casos, el templo siempre se quedaba pequeño y de la modesta iglesia románica del Siglo XII pasamos a una Basílica gótica de enorme consideración. Pero las guerras de aquellos siglos y, sobre todo, las mundiales acaecidas en el XX, consiguieron que se jugara a mezclar estilos en la Basílica, dejando hueco a las tendencias de cada época, a saber, el gótico, el renacimiento y el barroco, presente en distintas vertientes del templo cristiano que más gusta a los habitantes, por encima incluso de su propia Catedral.

Camino del Ayuntamiento buscar la fuente de Hércules (Herkulesbrunnen).

la Plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz) y  la Perlachturm,
la Perlachturm es la torre desde la cual se alcanzan las mejores panorámicas de la ciudad,

Accedimos al interior del Ayuntamiento donde había una muestra sobre el nazismo en Alemania desde su nacimiento con Hitler hasta el movimento skinhead, que todavía sigue vivo. Desde los cuchillos de las SS hasta los bates de beisbol y puños americanos, símbolos de la violencia de ayer y hoy.
Pero siguiendo las recomendaciones de la guía subimos las escaleras del costado derecho. Varias plantas después comprendimos el afán del pueblo alemán por mantener intacto su tesoro, en esta ocasión sin sentido figurado. Allí se sitúa la Sala del Oro (Goldener Saal, precio: 1´50€), el salón de reuniones del Ayuntamiento con unos techos dorados y unas pinturas magníficas que hacen honor a su nombre. Cuesta dejar de mirar al techo, una maravillosa obra de arte, probablemente la más hermosa de esta ciudad, y que el fuego no nos la arrebató del todo. Para eso los alemanes son muy testarudos… y una más minuciosa restauración se convirtió en un deber, o más bien en un honor. La Goldener Saal la considero imprescindible en toda visita a Augsburgo. Sólo después de la Fuggerei, por supuesto.


La Catedral de Santa María. de su sobria fachada  sobresalían dos torreones con tejados de pico de aproximadamente 60 metros cada una. La “Dom”, como denominan los alemanes a sus catedrales, es románica con algunos añadidos góticos, aunque ni la décima parte de las iglesias con que nos topamos en la zona de los Alpes.

la casa de Bertold Brecht. La casa del dramaturgo se abre todos los días salvo los lunes

 la Fuggerei,
 horario de visitas es de 8:00 a 20:00 de abril a septiembre Precio: 4€
una de las peculiaridades históricas, arquitectónicas y, sobre todo, sociales de Augsburgo e incluso del mundo. No hablamos de un palacio, de una iglesia, ni siquiera de un monumento corriente. Hablamos de un barrio a primera vista tranquilo que es algo particular.  Tanto que está considerado Patrimonio de la Humanidad. Viene a ser una colonia urbana con viviendas para personas necesitadas.
Por 4 euros pudimos visitar esta increíble ciudad dentro de otra más grande. Hasta hace poco tiempo la entrada era gratuita, pero la Fundación Fugger, gestora de la Fuggerei, tuvo que ponerle precio a la visita para poder seguir manteniendo este barrio del Siglo XVI. En parte no me extraña, si los inquilinos pagan menos de 1€ por vivir en esas casas. La Fuggerei es un museo viviente donde resulta realmente agradable pasear, asomarse por las ventanas para corroborar que no es un decorado y que la idea de Jakob Fugger permanece igual de intacta medio milenio después. Enorgullece ver que ni las guerras, ni la avaricia de los especuladores y banqueros han acabado con este bonito sueño. ¡Incluso se conservan los llamadores de la época!

Pateando cada metro de las ocho calles conocimos el interior de dos modelos de casas abiertas al público:
+ Mittlere Gasse 13 y 14–> Es un ejemplo veraz de cómo estaba organizada una casa corriente cuando se inauguró este complejo allá en 1521. 60 metros cuadrados bien aprovechados con el mobiliario de la época. Hay que decir que es una planta, por lo que en cada casa puede haber hasta dos viviendas separadas por una escalera de madera.

+ Ochsengasse 51–> Un ejemplo de una casa más actual. Humilde pero bien montada. 

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